LA LIGA DESDE DENTRO…CUBRIENDO LA FUENTE

FANNY TAYVER MARÍN

Sí, sus notas suelen ser más extensas o detalladas que las de sus compañeros, pero también son frescas y honestas. Su producción también acostumbra ser abundante. En eso existe algo de contracorriente en su forma de entender y ejercer su oficio, el periodismo que tanto la apasiona y en cuya trayectoria podemos encontrar una explicación.

Para nadie es un secreto que su profesión experimenta cambios intensos, merced del impacto de las redes sociales, las plataformas digitales y los contenidos audiovisuales. En medio de esta imparable tendencia, el periodismo deportivo tal y como lo hemos conocido, atraviesa momentos de incertidumbre azuzado por una inmediatez que también puede degenerar en superficialidad, en la persecución feroz de una primicia que frecuentemente lleva a la falta de rigor y peor aún, en el falso paradigma de la viralidad y los “likes” como fin en sí mismo, que ha arrastrado el acontecer deportivo a un amarillismo más cercano a las páginas de chisme y culebrón.

Como consumidores de información de todo aquello relacionado con el equipo y la institución, ambicionamos la lupa, la minucia, saber siempre un poco más, pero con la garantía de estar al tanto de que se cumple a rajatabla, sin excepciones, un principio básico del oficio: que nos cuenten la verdad, que no nos engañen, que nos respeten. Necesitamos por tanto una “fuente confiable”, donde podamos recurrir y saciar nuestra curiosidad natural de aficionados y eso precisamente ha sido el aporte de Fanny Tayver Marín desde el 2016.

En esta entrevista, les contaremos sobre su recorrido profesional y sobre su cotidianeidad, así como el qué implica y qué se siente informar sobre Liga Deportiva Alajuelense para Grupo Nación.

CDL: ¿Cómo inicia Fanny Tayver en el periodismo?

Siempre he trabajado en periodismo deportivo. Comencé a trabajar en el periodismo a finales de 2004 luego de graduarme. Fui oficialmente contratada en un periódico, la Prensa Libre, en enero de 2005. A partir de ahí, he trabajado siempre en periodismo deportivo. En el 2012, renuncié para laborar en Grupo Nación, en “Al día deportivo”. Lamentablemente este medio cerró, pero fui una de las periodistas que en adelante trabajaría para “La Nación”, directamente.

CDL: ¿Por qué la Liga?

Tomé la fuente cuando Ferlin Fuentes se fue a trabajar al Departamento de Comunicación de la Liga. Ferlin lo hacía muy bien, era un tormento para el equipo, porque reporteando es genial y todo lo sabía siempre. Contaba las historias completas, nunca chismes, todo lo que sacaba era veraz. Decidí entonces intentarlo, pero ciertamente el reto era alto y ya son algunos años que llevo en esto, desde marzo de 2016, por ahí.

CDL: ¿Que la motivó a dar un paso al frente?

Yo extrañaba el fútbol. En mi época en La Prensa Libre atendía todo, fútbol y otros deportes, lo que hubiese que hacer. Eran doce páginas diarias sin publicidad, de las cuales me correspondían cuatro diarias Quizás por eso mis notas son extensas. La Prensa Libre fue una muy buena escuela de siete años en los que hacía de todo.

CDL: He tenido oportunidad de leer notas suyas sobre otros deportes. Ciclismo para ser exactos.

¡Sí!, de hecho, cuando estaba en La Prensa Libre, comencé con motocross, de lo cual si bien no sabía nada, estudié y me empapé un poquito antes de la primera carrera a la que recuerdo fui con tacones (ríe). Luego se me asignó cubrir ciclismo. Comencé en una “Vuelta a Costa Rica” por una emergencia. El muchacho que debía hacerlo se quebró un brazo entonces me dijeron: “usted, hace la maleta” y yo, ¿pero para dónde voy?, ¿eso qué es? Desde ahí, tuve la oportunidad de cubrir varias “Vueltas a Costa Rica” de manera consecutiva. Me fui abriendo espacio en ese deporte y eso me llevó a dar cobertura a un Tour de Francia, a la edición “100” del Tour de Francia, …esto de los centenarios, como que ha ido de la mano de mi historia profesional (ríe).

CDL: ¿Practica algún deporte?

No, yo soy de ver, de entender, de preguntar, pero practicar no, no me gusta (ríe).

CDL: ¿Cómo es ser una periodista deportiva? ¿Ha enfrentado alguna hostilidad por cuestión de género, sea de colegas o de entrevistados?

Sí, pero viera que durante todos estos años que tengo de trabajar en periodismo deportivo, que ya son bastantes, no he tenido ningún problema con eso. Quizás sea mi forma de ser y de trabajar. Soy seria y dedicada. Uno no tiene un horario, no soy de las que entra las 9.00 a.m. de la mañana y está esperando a las 5.00 p.m. para irse. Sé que hay mucha gente acostumbrada a lo que yo escribo, al material que genero, sé que hay alguien que me lee. Tengo la fortuna y también la responsabilidad de ser una de las redactoras que más alcance en audiencia tiene, quizás por la cantidad de notas que hago.

No me conformo con lo mínimo, con entregar un artículo por cumplir. Si tengo que emplear un día entero en una nota, lo hago y ahí me quedaré hasta que lo tenga lista como debe ser. Si me queda una nota para al día siguiente, la hago y si termino una nota y tengo otro tema y lo puedo describir, también lo hago. Si ya van dos notas y viene una tercera, también. Es una vocación en que la que disfruto de lo que hago y así he procurado ser con todas las fuentes que he cubierto y con los otros deportes.

Recuerdo una vez que fue complicado para mí un mayo. Tenía a la Liga en etapas finales y Andrey Amador se estaba vistiendo de rosado en el Giro de Italia, y yo enferma con una infección en las glándulas y calentura. También se cumplían veinte años de la medalla de oro de Claudia Poll en los Juegos Olímpicos y había gestionado una entrevista con ella que casi no habla con la Prensa y y no podía ni hablar, no me salía la voz. Fue un caos para mí. Al final logré que me saliera un poquito de voz y pude hacerle la entrevista y salir con todo. Las experiencias que uno atraviesa y lo que uno sufre, por esa necesidad de cumplir, de dar la talla.

Ahora esta situación del coronavirus plantea ahora nuevos desafíos: La redacción de La Nación ha echado mano de nosotros y por lo menos una vez a la semana colaboramos con los compañeros de “Nacionales”. Uno debe acoplarse a cualquier cosa, uno es periodista entonces uno debe poder atender lo que sea, dedican un poquito más de tiempo y empapándose de lo que está pasado.

CDL ¿Cómo se siente esa cercanía con jugadores con cuerpo técnico en un periodo que, además, ha sido de absoluta sequía de muchos cambios de muchos vaivenes de mucho todo?

Ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora, por la manera de ser de la gente que conforma el equipo y no hablo solo de jugadores, entrenadores, directivos; sino de todo el entorno del equipo. Es una gente muy unida, que, si bien a veces tiene sus diferencias, uno se da cuenta de que buscan lo mismo, el bienestar del equipo, su solidez y que rompa esa sequía. A mí también me gusta mucho estar en contacto con la gente y eso me ha pasado en el estadio. Cuando voy caminando por el Estadio me llaman, me saludan y hasta me cuentan los problemas de la casa. Uno llega a identificarse con los aficionados y eso es muy valioso para mí.

CDL: ¿Cómo se compagina una vida personal con una vida como la que usted lleva?

Complicado porque es un oficio muy demandante y cuando son deportes, muchísimo más. En partidos que inician a las 8.00 p.m. he llegado a mi casa a la 1.30 a.m. Cuando Benito Floro era entrenador, terminaba un partido y llevaba a los muchachos a la cancha a que aflojaran. Después de que lo hacían los ponía a entrenar, después se iban a bañar y luego de todo eso, finalmente daban declaraciones. Salían del camerino como a media noche y hasta esa hora, iniciaba el proceso de preguntas.

CDL: ¿Cómo es esa cotidianeidad de  atender un equipo como la Liga?

Se asigna un equipo, nos lleva un compañero de transportes y un fotógrafo. Vamos tres personas por general. Salimos bien temprano y llegamos tarde y es que cada nicho del periodismo tiene su dinámica: los de la tele, hacen la previa, la transmisión, cubren lo posterior, las declaraciones y terminan. Los de radio igual. A mí me gusta a llegar a abrir los estadios, entonces estoy antes, durante y después, pero aún me queda una etapa importante, la de sentarse a escribir. La gente a veces se queja y dice, “qué raro, no se ha publicado nada todavía”, “la Liga perdió y no se ha escrito nada…  “las cosas no se escriben solas. Hay un margen prudencial que ciertamente la web ha variado, y ahora todo es más inmediato.

Como periodista tengo el deber de estar detrás de la fuente, entonces, si surge alguna posibilidad de atención a la Prensa, yo voy. Si estoy libre, voy en el día libre porque sé que al día siguiente  si me toca trabajar, quizás no habrá atención a la Prensa. Voy al Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares, voy al Morera Soto, voy a cualquier actividad que convoquen, ahí por lo general siempre voy a estar. Son pocas las veces que he dejado de ir a alguna actividad y cuando eso sucede, me las ingenio para conseguir la información y sacar algo. Me gusta ir al estadio, no perderle pista a la fuente, entonces, si necesito cambiar los días libres para poder hacerlo, sencillamente lo hago.  

Viera por ejemplo la mojada en Jicaral. Aquello fue un diluvio, de hecho, un compañero que atiende a Heredia me dijo que llevara ropa extra, pero claro, aquello parecía una carrera de cuatro por cuatro, fue una experiencia exótica.

CDL: Eso que acaba de mencionar es muy interesante. La web ha variado mucho las cosas. Ahora pareciera que la viralidad es un fin en sí mismo. ¿Ud. cree que el tema de las redes sociales ha afectado la calidad del periodismo deportivo?

Las redes sociales para mí son un éxito cuando se manejan bien. Se puede explotar muchísimo la manera de tener más alcance, más contacto con la gente, trasmitirse de una manera distinta, pero también eso ha dado pie para que cualquiera agarre un micrófono y diga lo que se le ocurra y crear desinformación. No se vale que le empiecen a lavar el cerebro a alguien mediante una red social, porque hay un comportamiento muy natural de la gente con el que se debe tener mucho cuidado, lo primero que escuchan suele ser lo primero que les queda en la mente, entonces, si se está contando un chisme o la historia es completamente al revés, es posible que muchas personas empiecen a esparcir el chisme y el daño estará hecho. Ese es uno de los grandes retos del periodismo en este momento, a pesar de la prisa tener mucho cuidado de siempre hablar con la verdad, decir las cosas como hay que decirlas, comprobarlo, no hablar por hablar.

En el caso de las preguntas, puede que el gremio deportivo sea un poco distinto, porque cada fuente tiene su estilo. Deportes es un poco más abierto, tiende a buscar la historia humana. Tengo claro que la gente se queja de las preguntas repetitivas, pero también es cierto que muchas veces la gente no escucha, no lee y por eso es necesario recordarle. Vea por ejemplo el mensaje del Ministro de Salud de lavarnos las manos y todavía habrá gente que se le olvida…por ahí va el tema.

CDL: ¿Quién fue, o es, su referente profesional?

Yo tengo que hablar de una persona que imitan en la radio, en los programas de comedia, pero de la que aprendí mucho y es Reynaldo Lewis. Yo lo tuve de jefe en La Prensa Libre. Recuerdo que en algún momento fue el gerente general de Grupo Extra, llegó un día a la redacción de La Prensa Libre, caminando y dijo “mi nombre es Reynaldo Lewis y vengo a intervenir La Prensa Libre” Todos nos asustamos.  Los que estuvimos con él esa época, aprendimos a reportear, buscar y buscar, leer reglamentos, manejo de temas, enfoque de títulos, buscar ese lado de una historia. Don Reynaldo es un tipo muy hábil, un genio para los temas de política. Toda mi admiración para él, hace poco me lo topé en el Proyecto Gol y le dijo que no se olvidaba aquella  atención desde un teléfono público de Osa a las 11-00 p.m., le dije que me había marcado mi forma de trabajar y me contestó “alguna me lo tenía que haber dicho, yo sabía que iba a llegar después de que tanto protestaba (risas)”.

CDL: ¿Qué es un buen reporteo?

Cuando uno logra amarrar una historia mediante diferentes versiones. Una historia tiene diferentes aristas, si todos los ángulos cuadran, es real. Si por el contrario, hay choques encontrados, contradicciones, hay un problema.  Puede ser que a uno le cuenten algo por un lado, pero quizás a esa persona le interesa que se sepa esa parte de la historia. Es necesario entonces mostrar todos los ángulos de esa historia, pero el reporteo es primordial, poder hacer una buena historia, para lograr hacer una buena nota, también hay que tener fuentes porque un periodista sin fuentes está perdido.

CDL ¿Puede un periodista desde su oficio levantar el nivel del fútbol nacional?

Sí, creo que es posible. Pienso que todos los sectores son importantes, nosotros como periodistas somos el enlace entre el fútbol y la afición, también existen las redes sociales de los equipos pero no lo es lo mismo, además, por tradición la gente acostumbra a ver o estar pendiente de las noticias de Repretel, Canal 7, las de Multimedios, ahora los partidos o por Fut TV, leer La Nación, La República, La Extra, Columbia, Monumental. La Prensa tiene como misión generar opinión y contenido de calidad, si eso no sucede, te dejan de seguir como periodista. Es un círculo en el que todos de alguna manera se ven implicados.

CDL Entre las varias coberturas o entrevistas que ha tenido durante su trayectoria, ¿nos podría citar alguna que recuerde en particular?

En tantos años de carrera, anécdotas de anécdotas. Recuerdo cuando pude publicar la nota sobre la contratación de un goleador hondureño llamado Roger Rojas. Recuerdo que lo llamé, en ese momento, él jugaba en Olimpia y estaba disputando la Hexagonal del campeonato hondureño. Lo llamo, y me dice, “¡hola! ¿pero, de qué me habla?, Yo sabía que me estaba mintiendo, porque él sabía que ya estaba contratado, y yo sabía que venía porque venía, porque era importante, y a pesar de lo que me dijo, bueno, estuvo en la Liga bastante tiempo. Él sí sabía cuando yo lo llamé.

Después hubo una entrevista un poco compleja para mí. Estaba haciendo un documental del Morera Soto, por ahí lo pueden ver en Youtube todavía. Me voy a buscar a Juan Ulloa y todo salió mal porque me había dicho que la casa era de un color y al final era de otro. También me había dicho que había un león gigante en la entrada y al final era un leoncito. Yo necesitaba que él me hablara del estadio porque él había vivido esa etapa de la construcción y demás, pues nunca me lo dijo. Fue una entrevista como de dos horas y no logré obtener la información. Cuando don Juan falleció un año después, hicimos una semblanza porque él me había contado la historia de su carrera, entonces ahí sí me sirvió la entrevista.

CDL ¿Le ha tocado entrevistar a Wilmer?

Sí, claro, varias veces. Tiene un gran carisma, es todo un personaje en el equipo, alguien que siempre vivirá para la institución.

CDL: ¿Generaciones anteriores?

Carlos Alvarado, “El Aguilucho” que no faltaba a ningún partido, ahí lo veía, también el “Brujo” Castro. El día de la celebración del Centenario pude hablar con Roy Sáenz y Errol Daniels. Errol fue una experiencia diferente, con él nunca había hablado.

CDL ¿Oscar Ramírez?

 Cuando yo estaba en La Prensa Libre sí tuve contacto con él. Como a él le gusta andar en bicicleta, me decía que leía lo que yo publicaba sobre ciclismo y me decía “hoy salí y anduve una hora en bicicleta”. Por ahí tengo fotos de un partido que me tocó atender con La Prensa Libre en Puntarenas. En ese estadio, donde se suda más de la cuenta, tengo una foto donde él estaba dirigiendo la Liga.

CDL: ¿Algún jugador actual de quien nos pueda contar alguna anécdota?

Alguien que a mí me sorprendió fue Alex López. Él tenía como atragantado aquel penal de la final, había mucha presión sobre él, estaba muy golpeado de lo que pasó en diciembre. Me habían contado que anímicamente estaba muy mal, la familia estaba muy preocupada.
Gestioné por medio del departamento de prensa de la Liga una entrevista con Alex y lo que me dijeron fue que le iban a consultar y, sino que fuera al Museo de los Niños porque él iba a estar ahí. Me lo topé en el estadio, le pregunté si iba ir al Museo de los Niños, me dijo que no. Le comenté que quería hacerle una entrevista porque deseaba que me contara qué le pasaba. Me contestó que sí, que me iba a dar la entrevista, que quería hablar y contar. Aquello fue inesperado para mí, en realidad pensé que me iba a decir que no. El día convenido, fui al estadio. Hablé también con la gente que decía que era un “pecho frío” y luego lo entrevisté. Él pudo expresar todo lo que el sentía, le sirvió para liberarse. Así es el fútbol, así es la vida, todos los días hay noticias, todos los días hay páginas que llenar, todo continúa.

CDL: De los técnicos, ¿con cuál ha habido mejor química periodística?

En realidad, con todos. Con ellos se sigue el mismo protocolo: se gestiona mediante la Oficina de Prensa y ahí deciden si se puede o no se puede.

Con todos me he llevado bien, no tenido problemas con ninguno, pero sí tengo una anécdota para compartir. Resulta que un día llega uno de los editores y en una nota me puso que Farinha tenía un desorden táctico en la cancha. Al día siguiente había conferencia de prensa con el entrenador en el estadio y había demasiado tráfico hacia Alajuela. No pude llegar a la conferencia y ese día Farinha me estaba esperando para que yo fuera la pizarra y le explicara por qué yo afirmaba que él tenía un desorden táctico, que él quería aprender. Como no llegué me bloqueó en Facebook. No sé si ya me desbloqueó, todavía no me lo he topado.

CDL: ¿Cómo se sintió desde la Prensa, el golpe anímico de perder la final en diciembre de 2019?

Diciembre no se había acabado y había que seguir haciendo notas. A pesar de todo hubo buena lectura de lo que seguimos publicando sobre la Liga. Recuerdo en particular una nota que hice sobre Bernal Alfaro, que había quedado muy afectado. Esa nota se leyó bastante bien, fue de lo que más se leyó durante diciembre. Cualquiera podría pensar que en ese momento los liguistas no querían leer del equipo, esta mujer porque sigue escribiendo sino quedamos campeones, pero esas son las cosas que muchos no captan. A pesar del resultado, la afición siempre sigue interesada, por más dolidos y resentidos que estén.  Todo continua y poco a poco la gente volvió,  retornaron los partidos y otra vez hubo público en las gradas.

Eso es algo que me llama mucho la atención, porque si uno ve los años que tiene la Liga de no ser campeón, realmente no hay un solo partido en el que uno pueda decir que no vino nadie. Siempre llega gente, toda la gente que llega ahí, consume también las noticias de la Liga, entonces eso explica muchas cosas. Quizá sea esa la razón por la que llegaron a los cien años siendo un equipo con la misma estructura desde que nació. Esa es la gente que también lee el material que producimos

CDL: ¿Le ha tocado entrevistar a miembros de “La 12” o del “Quilombo”? ¿Alguna cercanía periodística con alguno de estos grupos?

No estoy cerca ni estoy lejos, pero me gusta compartir con la gente y he tenido la oportunidad de conocer personas que son verdaderos personajes en el estadio, de esas que uno llega y sabe exactamente dónde están. Uno sabe en qué gradería puede ubicarlos, porque siempre están ahí. Gane o pierda el equipo, estarán ahí. He tenido oportunidad de conversar con ellos, les he hecho notas en diversos momentos para otro documental que hicimos sobre el centenario llamado “Alajuelense: 100 años de ser El Equipo de su Gente”. Participaron muchos aficionados, algunos de la barra, como Beto y Rasta.

Una noche fui a la casa de “Adelita” aquella casa que desde fuera tiene un montón de banderas y decoración la Liga. Después llegaron unos amigos de ella, gente que siempre está en el denominado “balcón” y que también permanece pendiente de lo que uno publique.

CDL: ¿Cómo quiere ser Fanny Tayver apreciada o considerada por la afición manuda?

Que Fanny es una fuente confiable de información. Que en este momento puede estar generando una nota, que, si Fanny lo dice, así tiene que ser. Que siempre trato de estar en el día a día para informarles lo que está pasando con la Liga. Que tengan cierta identificación conmigo, que incluso sepan que, si van a leer algo de la Liga en la Nación, lo va a escribir Fanny.

Sé que tengo la responsabilidad de no fallarles y mientras yo pueda y la Nación así lo quiera, ahí estaré.