Artículo de la semana

Froylan Ledezma Stevens

Sencillamente una máquina de fútbol

La Liga Deportiva Alajuelense ya era Campeón Nacional del Torneo 2004 – 2005. Se jugaba la gran final contra Pérez Zeledón y en el primer asalto los rojinegros ganaron 3 a 1 de visita en el Estadio Ricardo Saprissa, sede que escogieron los Guerreros del Sur por razones económicas. Ya en el partido de vuelta, en un Morera Soto repleto, llegó el minuto 91. El 0 a 0 ponía en las vitrinas erizas el cetro 24 de su historia. Pero no era lo mismo festejar así.

De pronto, con un Pérez buscando acortar las distancias, Froylan Ledezma Stevens recibe el balón a pocos metros del área rival. A punta de fuerza, control del esférico y pensando en fusilar a Donny Grant avanzó desplazando rivales y con un furibundo remate de izquierda hizo estallar las graderías. Así se celebró con mayor euforia un campeonato que no fue nada sencillo obtener.

Fue uno de los goles que más se recuerda del “Cachorro” en su paso por Liga Deportiva Alajuelense, club que él confiesa llevar en su corazón a pesar de haber jugado con una larga lista de equipos más que incluyen al Deportivo Saprissa, Club Sport Herediano, Akratitos F.C., Cerro Porteño y F.C. Augsburg, entre otros.

Froylan lleva sello rojinegro. Casi desde la cuna como canta La 12. Nunca ha ocultado ser liguista. Pese a que su vida fue un torbellino -hoy es de absoluta calma- siempre ha mostrado un cariño sincero por la institución. Es un sentimiento recíproco y quedó absolutamente demostrado en la despedida de Pablo Gabas.

¿Pudo haber llegado más largo? Nadie lo duda. Pero el pasado no se puede devolver y en la retina del liguista quedarán por siempre su potencia, fuerte remate y velocidad, acompañadas de mucho carácter y goles decisivos, como ante el Cartaginés en aquella gran final del Campeonato 1995-1996, en el estadio “Fello” Meza.

Los años de Froylan vestido de rojinegro no fueron muchos pero suficientes para dejar un vasto legado. El artillero estuvo en tres etapas (1995-1997, 2004-2005 y 2012) y fue pieza vital en tres títulos nacionales y en el cetro de la CONCACAF ante el Deportivo Saprissa. Al atacante se le recuerdan goles de gran factura pero además determinantes. En clásicos, de visita o en instancias finales como ante el Club Sport Cartaginés en el Campeonato 1995-1996.

 

Junto a su talento innato, el legado del Cachorro en la Liga Deportiva Alajuelense fue mucho más allá de un tinte meramente futbolístico. Generó dinero. Y mucho. ¢1.155 millones en una transacción de ribetes históricos que sacudió el mercado y le dio un respiro monetario sin precedentes a la institución. Hasta un fideicomiso llamado Froylan Ledezma se instauró en su momento.

La calidad del “Cachorro” no era para estar en Costa Rica. Con solo 17 años y mientras participaba con la Selección Juvenil en la Copa Dallas, en Estados Unidos, visores holandeses se interesaron de manera muy fuerte por sus servicios. El calendario marcaba abril de 1997.

Lázaro Broitman fue el fiscal de la junta directiva de la Liga en la época del traspaso del atacante al Ajax. Hoy, más de dos décadas después de esa histórica transacción, confiesa que hubo algunas fricciones propias de montos desorbitantes que no eran para nada normales en el mercado local. Se buscó la mejor alternativa tanto para la institución como para el futbolista, que en ese momento ni era mayor de edad.

En un principio, el Feyenoord fue el equipo que se interesó por los goles de Froylan. Incluso, este fue el conjunto que pagó los boletos aéreos del delantero para el viaje a Holanda. Sin embargo, ya en Europa, fue con el Ajax que se concretó el traspaso por la astronómica cifra de ¢1.155 millones, el 2 de junio de 1997. La más alta hasta ese momento en la historia del futbol nacional.

“Fue una negociación muy intensa que se prolongó por casi tres semanas, incluyendo viajes a Holanda y demás. Eran cifras que comenzaron a aparecer y realmente rompieron con cualquier tipo de referencia para el área de la CONCACAF. En su momento hasta el PSV Eindhoven mostró interés en Froylan aunque de una manera menos formal que los otros dos equipos”, rememora el exdirigente.

Pocas palabras pero muchos recuerdos

Jorge Luis Pinto, Óscar Ramírez y Froylan Ledezma fueron las leyendas más difíciles de ubicar para este proyecto que usted hoy disfruta. Al “cachorro” nos propusimos hallarlo aunque fuese debajo de una piedra y que las consultas se dieran de forma personal. No por teléfono. Confieso que ya habíamos tirado la toalla… hasta que una foto que circuló por varios grupos de WhatsApp nos inyectó de adrenalina.

Un martes de octubre de poco movimiento en el Morera Soto, Froylan Ledezma apareció repentinamente y sin querer generar mucho aspaviento. Avisó que vería el partido del viernes siguiente contra Grecia en el reducto rojinegro y ahí nos planteamos la posibilidad de entrevistarlo. Nada de su vida privada. Los minutos que él quisiera.

Gestionamos una y otra vez con cierta presión pues la fecha de cierre ya comenzaba a apremiar. La conversación con Víctor “Mingo” Reyes el propio viernes del partido en que la Liga sumaría su victoria número 13 del campeonato fue una inyección de ánimo. Cifra de la buena o mala suerte. Para nosotros fue la mejor.

“Tranquilo Esteban yo sé que decirle a ‘Froy’. Lléguese al estadio a las 6:30, él va a venir”, sentenció el eterno Mingo. No sé cuántos semáforos nos saltamos para llegar a tiempo un viernes lluvioso desde Tibás al Morera Soto atravesando la hermosa Uruca entre 5 y 6 de la tarde.

Llegamos puntuales. Un aguacero nos recibió y Mingo nos tranquilizó varias veces cuando el tiempo pasaba y pasaba y ‘Froy’ no aparecía. Había comenzado la comedera de uñas cuando un escándalo invadió la oficina y apareció el Cachorro con una cara de felicidad absoluta. Un fuerte apretón de manos, una breve explicación y al grano.

¿El gol de taquito contra Heredia fue el mejor de su carrera con la Liga?

Hmmm ese fue de verdad muy lindo… fue en el estadio de ellos jamás lo olvido pero para mí el que más significado tuvo fue el que le hice a Pérez acá en el Morera cuando quedamos campeones. Ya íbamos a ganar la serie pero no era lo mismo ganar quedando 0 a 0. Faltaban como tres minutos y fue un gol de mucha fuerza ese.

¿Le quedó algo pendiente en el fútbol Froylan? ¿Cree que pudo haber hecho algo más o mejor?

No. Yo no me arrepiento de nada y lo que pasó ya pasó. Ya no se puede devolver el tiempo y yo solo miro para adelante. Por eso mismo me mantengo un poco como alejado aunque a veces me llaman y me llaman. Yo trato de sacar lo bueno de todo lo que pasó y ver para adelante.

¿Qué es lo que más recuerda de su paso por la Liga?

La calidad humana de las personas que trabajan aquí. La Liga es una gran institución. Yo acá dejé de verdad amigos para siempre y le digo algunos… Pablo Gabas, Víctor Reyes, Carlos Castro, Pablo Chinchilla, por decirle varios. Yo estuve aquí desde los 9 años y es un equipo que por siempre estará dentro de mí.

¿Cuál fue el mejor técnico que tuvo en su carrera? ¿Badú? ¿Keosseian?

Me inclino un poco más por Keosseian. La verdad él fue como un padre para mí y me enseñó mucho. Aunque eso sí Badú fue como mi pionero. Me enseñó a divertirme dentro de la cancha y eso para mí fue muy importante porque ahora uno ve que entran como presionados y no disfrutan lo que hacen.

¿Qué consejos le da a su hijo Juan Pablo? (Es jugador de las ligas menores de LDA)

(Interrumpe y se molesta un poco). Vea yo a mi hijo no le hablo nunca de futbol. Hablamos de otras cosas. Él tiene que disfrutar y no presionarse. ¡Es un chiquito!. Si llega a destacar que sea por él y no por mí. Por eso a mí no me gusta que estén comparando que aquí que allá que Froylan…Juan Pablo es Juan Pablo y Froylan es Froylan.

Froylan usted se mantiene alejado pero… ¿ve los partidos, sigue el campeonato?

Yo siempre estoy pendiente de la Liga, veo todos los partidos y cuando las cosas no van bien llamo a alguna que otra amistad para comentar el tema como un aficionado más. Yo soy un liguista más.

¿Va a venir más a menudo al estadio?

¡Diay si me invitan a palco ja ja ja …! (estalla de risa y concluye la entrevista).

Un fuerte apretón de manos, las fotos de rigor y entre sonrisas, saludos a cuanta persona se encontraba y un semblante totalmente distendido el Cachorro inició su lento desplazamiento al palco donde vio el triunfo ante Grecia junto a dos amigos. Comentan que hasta celebró el gol de Marco Ureña con el que la Liga ganó 1 a 0 en aquella lluviosa noche de viernes.

Una amistad que no cambió más allá de la fama

El futbol deja amigos. Pocos o muchos eso depende de cada quien. Pero los hay. Froylan los tiene también gracias al balón. Uno de ellos es Carlos Castro, aquel incansable lateral izquierdo con depurada técnica con el que compartió camerino, triunfos, una que otra travesura pero también solidaridad en temas complejos.

“Hay una parte humana de Froylan que muchos no conocen y yo lo viví con él tanto en la Liga como en la Selección. Cuando a mí se me murió mi abuelo (Orontes Castro) él fue de los primeros no solo en llamar sino en estar conmigo en el funeral allá en El Cacao de Alajuela. Me acompañó en todo y la gente que me conoce sabe lo que representaba para mí la figura de mi abuelo. Pero así se portaba con todos”, recuerda el exdefensor.

En el plano deportivo, Castro recuerda a Froylan como un delantero que resolvía jugadas de muy difícil factura y que a pesar de su juventud no se atemorizaba en ningún escenario ni en Costa Rica ni a nivel internacional. Destaca principalmente su potencia y habilidad con ambas piernas.

Uno de los jugadores de peso que siempre acuerpó al “Cachorro” en sus primeros años como futbolista de Primera División fue Ricardo Chacón. Inolvidable defensor de gran calidad humana y deportiva quien describió como excesivamente intensos los días de Froylan en todo sentido.

“Yo traté de aconsejarlo siempre. A Froylan le pasaron muchas pero muchas cosas en muy poco tiempo. Golazos increíbles, asedio de la prensa, convertirse en un héroe para la afición, gente que decía ser familiar directo de él a las afueras de un entrenamiento, un ascenso salarial astronómico en cuestión de meses. Él no estaba preparado para tantas emociones”, recuerda con suma precisión.

Chacón detalla sin titubeo alguno que durante los 35 años que estuvo inmerso en el mundo del futbol no vio ningún futbolista con las capacidades de Ledezma y lamenta que por situaciones extradeportivas no descollara aún más. Confiesa que fue un orgullo haber sido su compañero y hasta cierto punto un consejero permanente.

Quizá él mismo desconoció siempre su propio potencial tras un balón de fútbol. O no le interesó más de un tanto hacerlo. “Pudo haber llegado mucho más largo que Wanchope”. ¿Cuántas veces me dijeron esa frase durante la realización de este trabajo? A Froylan ya no le interesa. Vive feliz, tranquilo y se le nota. Nunca dejó de sonreír en los 9 minutos y 45 segundos de la entrevista que más me costó obtener no solo para este trabajo, sino en los 21 años de mi carrera profesional. El mismo número que el “Cachorro” llevó en su espalda.

Yo siempre estoy pendiente de la Liga… es un sentimiento que llevo desde los 9 años.”

“Keosseian fue como un papá para mí pero Badú me enseñó a disfrutar del futbol.”

“Yo solo miro para adelante. No me arrepiento de nada. Vivo el presente y el futuro.”