Artículo de la semana
Pablo Daniel Antonio Gabas
El último gran capitán que despidió la “Catedral”
Si usted, amigo lector, es un liguista de verdad, el siguiente gol obligatoriamente tiene que recordarlo… el anotador lo llama “El gol de la gente”.
El partido moría y con él la posibilidad de que la Liga alzara el cetro 25 de Campeón Nacional. Se jugaba el segundo choque de la Gran Final del Título de Invierno 2010. El primer encuentro ante el Club Sport Herediano había terminado con empate a cero goles y al minuto 88 los rojinegros caían derrotados con una gran dosis de desesperación incluida.
A pocos segundos de entrar al último minuto de juego sucedió lo inesperado. El punzante Argenis Fernández tomó un balón por el carril derecho y filtró un centro que Pablo Daniel Antonio Gabas recibió al borde del área de grande y con un toque certero venció a Leonel Moreira para decretar un empate con sabor a victoria. ¡El Alejandro Morera Soto sencillamente enloqueció!
Casi 50 minutos después de ese gol agónico y teñido de dramatismo la Liga alzó la Copa en una tanda de penales en la que Gabas también fue vital anotando su lanzamiento. Es uno de los títulos más sufridos que recuerda la feligresía rojinegra.
“Ese gol esté dentro de los tres más importantes de mi carrera pero no tanto por mí sino por lo que significó para la gente. Aún hoy me recuerdan que esa anotación les recuerda a un familiar que ya no está, o que la vivieron en el estadio junto a un ser querido y lloraron de emoción. Quizá en el propio momento yo no me di cuenta de lo que significaba para la gente.”
Con el último gran capitán que despidió el Alejandro Morera Soto, en una emotiva tarde del 25 de julio de 2018, hablamos casi dos horas y 15 minutos. Nos respondió a lo bueno, lo malo y lo feo en su carrera. No se guardó nada ni se disgustó ante preguntas incómodas. Dio la cara… como se le distinguió siempre en su carrera.
Nacido en Paraná, 470 kilómetros al noreste de Buenos Aires, Argentina, Gabas creció muy lejos de una cuna de oro. Su infancia transcurrió entre estudios, algunas dificultades y los interminables partidos de infancia en un país en el que el fútbol es casi como una religión.
De niño soñaba con llegar al River Plate. Desde los primeros años lo suyo fueron los pases a gol o bien las anotaciones y su mente ya en la adolescencia estaba en convertirse en futbolista. Eso sí, sabía que en un país de 40 millones de habitantes en ese entonces con genes de Maradona, Batistuta, Caniggia y Ruggeri pues le sería difícil.
“Yo sé lo que es la necesidad, por eso ahora a veces a uno le choca un poco tanto lujo y comodidades en que viven los jugadores actuales. Sé lo que es vivir en una casa club comiendo solo lo básico, no tener ropa adecuada para entrenar y superar la muerte de mi ‘vieja’, por ejemplo,” detalla Gabas.
En Costa Rica desembarcó en 2002 y fue Santa Bárbara el penúltimo club que vio su fútbol antes de llegar al equipo que lo marcó para siempre. Debutó con los barbareños en setiembre de ese año y con el paso de los meses ya se sabía que duraría poco por ahí.
A la Liga Deportiva Alajuelense arribó en 2003 en una era complicada que vivía la Liga tras la salida de Jorge Luis Pinto. Fácil no le fue para nada alcanzar la titularidad. El 10 de enero de 2004, precisamente ante Santa Bárbara, se dio su debut. Gustó desde un inició y comenzó a enamorar a los liguistas desde ese día pues pese a una derrota anotó un gol en su primer partido de rojinegro.
Con el paso de los meses ya Gabas no solo alcanzó la titularidad sino que comenzaron a llegar goles decisivos y cetros imborrables, como el de la CONCACAF de 2004 ante el Deportivo Saprissa (5-1).
El historial del “Che” suma pasajes intercalados en México en el Necaxa, Querétaro y Chiapas. Digno de destacar el 2013, cuando el volante estaba en su mejor nivel, ya tenía ciudadanía costarricense pero la cantidad económica que representaba la transferencia al Querétaro para la Liga lo movió a ir a México, con la consecuente lejanía a la Selección. Es uno de los pocos pendientes que le quedaron.

Cifras de respeto con actitud de capitán
A Pablo no le tiembla la voz para reconocer que quizá han pasado por las filas rojinegras futbolistas más talentosos que él. Sin embargo, en materia de compromiso, cuido personal, actitudes en favor del grupo y sobre todo en dar la cara en las buenas y malas sabe que fue especial.
“Sé que hice en las canchas cosas muy buenas pero también otras no tanto, lo reconozco. Sin embargo, quiero que se me recuerde como un jugador o capitán que siempre di la cara, en los momentos buenos y especialmente en los malos, que nunca me guardé nada y que traté de dar siempre un buen ejemplo,” sentenció Gabas.
Los números de este amante de los tradicionales asados, del tiempo en familia -sus hijos Mateo y Daniel y su esposa Dayana son prioridad absoluta- y del ejercicio, evocan respeto dentro del club erizo. A pesar de distintos pasajes en el extranjero Gabas ostenta cinco campeonatos con Liga Deportiva Alajuelense, una Supercopa, un título de UNCAF y una Liga de Campeones de la CONCACAF.
Gabas defendió la camisa rojinegra en 259 ocasiones y anotó 41 goles. Se le recuerdan muchos de gran factura contabilizados en instancias decisivas como “clásicos” o finales y otros que no se desaparecen de la memoria del liguista, como aquel tiro libre ante el Galaxy a unos 45 metros de distancia, con Landon Donovan y David Beckham de testigos.
“Ese gol ante el Galaxy fue algo estrepitoso. Un día inolvidable pues pocas horas antes adquirí la ciudadanía costarricense y fue un mar de emociones. Claro que fue un golazo pero recuerdo más que eso la montaña rusa que para mí significó ese día pues aún casi a la medianoche seguía dando entrevistas.”

Vida tranquila lejos de una cancha de futbol
El presente y futuro de Gabas está mucho más del lado de un escritorio que del ámbito deportivo. No se ve como entrenador ni de ligas menores, ni de equipos femeninos, ni mucho menos de “apagafuegos” en algún momento que alguna representación lo necesite y más bien tiene una opinión muy crítica cuando algo así sucede.
El último gran capitán que despidió el Morera Soto es hoy empresario, comentarista deportivo pero no duda un minuto nunca de dar una opinión hacia el engranaje de la Liga cuando cree que pueda colaborar. Es crítico mas tiene toda la autoridad moral para hacerlo aunque reconoce también avances en algunas áreas registrados en últimos años, principalmente el progreso en el Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Combinó siempre aulas con tacos de fútbol. Cuido personal con mucha lectura. Familia con academia. Por eso hoy vive tranquilo, sin derroches ni lujos pero con la holgura que le permitió una vida ordenada y alejada de vicios o gastos estrafalarios.
Pablo vive lo que califica como un segundo tiempo. En junio de 2020 un aparatoso accidente de tránsito en la Autopista General Cañas dejó imágenes de impacto y por fortuna esta leyenda manuda solo sufrió algunos golpes pero las consecuencias pudieron ser fatales.
“Volví a nacer y fue un milagro, quienes más saben aseguran que un accidente de ese tipo me pudo causar la muerte. Ahora valoro más a la familia y el tiempo con mis hijos. Dios me permitió seguir viviendo para poder ver La 30.”
Aquella mañana de julio ya había caído el día en que colgó los tacos a los 36 años. Llovió, hubo sol, risas, show y hasta aquella magia de Froylan Ledezma se dejó ver en “La Catedral”. Pero también hubo espacio para la melancolía. Las palabras de Gabas fueron contundentes… de las que ya casi no se escuchan.
“Me voy agradecido, podría seguir jugando un tiempo más pero mi corazón no lo comparto con nadie, no me perdonaría vestir otros colores ni tampoco que mis hijos lo vean. Yo nací para jugar en este club y así fue… Por eso nacemos para morir.”
Pablo Gabas #12.

“Aquel gol agónico contra Heredia significó tanto para la gente que aún me emociona.”
“A mí nadie tiene que contarme que es la necesidad porque la viví de adolescente… a veces al jugador se le chinea demasiado.”
“Pude seguir jugando un tiempo más pero mi corazón no lo comparto con nadie. No me perdonaría vestir otros colores.”
“Le doy gracias a Dios por haber elegido a Costa Rica para vivir.”
